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martes, 14 de febrero de 2017

Los daños del abandono

          Incluso antes de empezar a escribir esta entrada, ya sé que hay gente a la que no va a gustarle. Pero sinceramente, tengo que decirlo.

          Como siempre, todo esto es mi opinión personal, basada sobre todo en mi entorno y en mi isla.

          Recientemente, supe de la existencia de una colonia de gatos descontrolada en medio de la Laguna Grande. Sobra decir que una colonia de gatos no aparece de la nada, si es cierto que, una vez juntos gato y gata, la reproducción de la colonia queda asegurada, pero no se puede negar el factor humano. Alguien debe de haber llevado alguno de esos gatos ahí.



          Probablemente hay quién no ve el problema, o quién dirá que mejor soltarlos ahí que matarlos, pero lo cierto es que abandonarlos no es ni una solución ni hacerles un favor, ni a los gatos ni al medio.


          Como ya saben, colaboro con la única protectora insular, y me considero amante de los animales, de todos los animales en general, por lo cual, al conocer la noticia, no solo me alarmé por los gatos que están a la intemperie, buscándose la vida para comer, sin un control de enfermedades y expuestos a parásitos; sino también por el impacto que estos gatos tienen en un entorno como es la Laguna Grande y la fauna que allí hay.


          Tengamos en cuenta que los gatos son depredadores, su instinto de caza es innato, y, desde pequeños, perfeccionan sus dotes de caza mediante el juego. Para ellos es natural, y hasta me atrevería a decir que necesario, salir a cazar. Por ello, no es de extrañar que estando en un ambiente como es la Laguna Grande, rodeados de pájaros, lagartos e insectos únicos como los que allí hay, cada uno de los que cacen sea una pérdida irreparable.


          Yo tengo gatos, algunos míos y otros de acogida, y aun teniendo pienso a su disposición, camas cómodas y el calor de un hogar, salen "de paseo" todos los días, y es rara la ocasión en la que alguno no vuelva con un lagarto muerto o un ratoncillo. Por desagradable que suene, he visto a mis gatos jugando con un ratón al que han cazado, y ese es su instinto, yo lo entiendo. Ahora bien, si mis gatos, que no tienen necesidad de cazar para sobrevivir, salen cada día a cazar y traen alguna presa a casa, ¿Cuantos animales están siendo cazados en la Laguna Grande?



          Es posible argumentar que al igual que es natural que un gato "doméstico" cace, es también comprensible y excusable que uno callejero lo haga, y es cierto, pero la controversia es la siguiente: Estando en una isla como es La Gomera, con su "Naturaleza y magia", en la que existen especies animales endémicas, plantas únicas, que ya están amenazadas por especies foráneas, ¿No debemos hacer todo lo posible por ayudarles a sobrevivir? ¿Abandonando gatos en la Laguna Grande estamos haciéndole de verdad un favor a nuestra isla y a nuestro Parque Nacional, Reserva de la Biosfera?

          Sé que a mucha gente le dará igual, pero en realidad, Medio Ambiente sí está obligado a proteger estas especies ante cualquier amenaza, incluida otras especies. ¿Por qué están estos gatos aún en la Laguna Grande entonces? Sinceramente, creo que es por humanidad, porque a nadie le gusta reunir medios y buscar autorización para sacrificar animales que solo intentan sobrevivir, y es por ello que recurren a Proanimal, para intentar reubicar esos gatos en fincas y casas donde no supongan una amenaza a nuestra fauna insular y donde no corran peligro. La ley les obliga a erradicar cualquier amenaza, y aun pudiendo excusarse en ello para buscar medidas más fáciles, rápidas y definitivas, recurren a nosotros, para intentar, no solo proteger el medio y acabar con la amenaza, sino hacerlo de forma que beneficie a todos, a los gatos y a el medio ambiente de la Laguna Grande.

          También hay que tener en cuenta que los gatos son animales territoriales, cuando es época de celo, pelean a matarse. Se hacen heridas horribles y muchos necesitan atención veterinaria que no pueden conseguir. Por no hablar de los parásitos internos de comer basura y carne cruda de animales infestados o de otras enfermedades como toxoplasmosis. Están en peligro de su propia naturaleza, y, por desgracia, un gato callejero no suele vivir mucho.

          Hoy lo comentaba con unos amigos, y me decían que el nuevo peligro de este planteamiento de buscar acogida-adopción a estos gatos es que quizás, si la gente ve que ahí los recogen, decidan abandonar más, y ante esa amenaza quiero recordar, no solo que el abandono es un DELITO, sino que hay alternativas. Si la mascota de cualquier persona, por el motivo que sea, tuviera una camada de gatos o perros no deseada, de la que no pudieran hacerse cargo, antes de abandonarlos en el borde de la carretera, es preferible actuar con humanidad y ponerse en contacto con la protectora. No somos ogros. No vamos a tratar a nadie de irresponsable o mal dueño sin motivo. Nuestra prioridad es el beneficio del animal. Si alguien tuviera una camada no deseada, poniéndose en contacto y pidiendo ayuda lo primero que se plantearía es prevenir futuras camadas, y luego la ubicación de los pequeños en manos responsables. Mucho mejor que tirarlos a la calle en una caja, o abandonarlos en el frío de la Laguna Grande o el monte, donde su supervivencia tampoco está asegurada.


          Aprovecho este artículo, para pedir que, si por casualidad, alguien quisiera alguno de estos gatos, contacte con la protectora mediante Facebook o los teléfonos proporcionados en la web, o incluso a través de este mismo blog.

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